jueves, 16 de junio de 2011

Los Bosques del Mundo




     He estado en la muestra fotográfica "Bosques del mundo" en el Parque del Retiro de Madrid y me impresionó sobre todo la imagen de las raíces de un árbol torcido inmenso. Pero aún más, el mensaje a pie de foto:
     Donde mejor se cumple aquello de que lo esencial resulta invisible es en el mundo de las raíces. Cumplen al mismo tiempo con varias tareas: anclan y sujetan, captan y transportan agua y nutrientes, y cuando mueren, forman parte del alimento del árbol al cual pertenecieron. Es más, se abren paso como perforadoras en los más duros sustratos y mantienen íntimas relaciones con bacterias y hongos.


     Hablando de árboles, Platón decía que la memoria es como un árbol sobre cuyas ramas se posan los pájaros. El árbol es la mente y los pájaros son los recuerdos que van y vienen al árbol cuando menos lo esperamos, sin preaviso.



calceolarias
    Pablo Neruda describe como nadie su amado bosque chileno en su maravilloso libro autobiográfico Confieso que he vivido:..."Vuela una mariposa pura como un limón, danzando entre el agua y la luz... A mi lado me saludan con sus cabecitas amarillas las infinitas calceolarias...En la altura, como gotas arteriales de la selva mágica se cimbran los copihues rojos (Lapageria rosea)... El copihue rojo es la flor de la sangre, el copihue blanco es la flor de la nieve...En un temblor de hojas atravesó el silencio la velocidad de un zorro, pero el silencio es la ley de estos follajes...Apenas el grito lejano de un animal confuso...La intersección penetrante de un pájaro escondido...El universo vegetal susurra apenas hasta que una tempestad ponga en acción toda la música terrestre.
     Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta.
     De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo." Pablo Neruda.

      Ah! cuánto me gustaría algún día viajar a Chile, Argentina, a toda América Latina!


copihues rojos y blancos