jueves, 18 de junio de 2015

Zanacoquitos para una golosa tarde de verano


amapolas rosas junto a mi casa

Fuiste alimento,
fuiste semilla y arado
en los campos del querer
y las praderas del amor
                                                              Mohammad Sabbag

  
La primavera está dando la última paseata. Prepotente el verano se apresuró a tomar su puesto. La tierra gruñe al cielo por tanto calor de golpe.

En un momento de brisa fresca os propongo para merendar una receta golosa pero ligera, fresca y sabrosa cuyos ingredientes iluminan la piel. Es tan sencilla de preparar que parece casi un juego de niños...

Se trata de un dulce de origen turco a base de zanahoria con forma de bolas que me sugirió mi amiga María cuando estuvo en mi casa el pasado mes de abril. Yo eliminé la mantequilla y la sustituí por ricotta suave italiana y cambié un poco los ingredientes y las cantidades.
A mí me encanta y a todos los de casa menos a mi hijo menor que prefiere los coquiños solo de coco y ricotta (mi receta aquí). Yo creo que es porque sabe que éstos de hoy llevan zanahoria y a él no le gusta que mezcle “cosas raras” con lo que a mí me gusta experimentar ...
A estas bolitas de zanahoria, almendra y coco las he llamado zanacoquitos, espero que os gusten...

Zanacoquitos  



Ingredientes para unas 28 bolitas
300 gr.de zanahorias peladas y picadas muy finas
50 gr.de almendras molidas
100 gr. de coco rallado para la mezcla+ 30 gr. para rebozar las bolas
125 gr. de ricotta o requesón suave (* para una receta vegana sustituir por aguacate)
10 cucharadas de azúcar moreno (a gusto)
1 cucharadita de canela (a gusto)

Lavamos, pelamos y picamos en la trituradora las zanahorias. Las unimos en un bol a la almendra molida y al coco rallado. Añadimos el azúcar, yo he utilizado el moreno integral pero puede ser blanco. Mezclamos bien todo.
Ponemos esta  mezcla en una sartén antiadherente y la calentamos a fuego dulce unos cinco minutos para que se suavice y amalgame bien. Revolvemos con cuchara de palo. Queda todo ligeramente reblandecido pero crocante.

 Apagamos el fuego y vertemos la mezcla en una fuente para que enfríe.
Agregamos la ricotta y la canela y mezclamos muy bien el conjunto. Ahora ya podemos formar las bolitas con las manos y las rebozamos en coco rallado para que queden como escarchadas en superficie.
Las dejamos reposar varias horas en la nevera. Si sobran se pueden congelar y se conservan perfectamente en una bolsita de congelados.
Servimos como postre, son ideales para merienda con un zumo, un café o un buen té fresco como hice yo.


                                                          Buon appetito!