viernes, 31 de octubre de 2014

Que nos den Calabazas






Hay gentes que siembran sus sueños en invierno
Para que, cubiertos de hojas, den flores en primavera.
Otras hay que los siembran en verano
Para que nazcan en las riberas con el sol.
Pero yo
siembro mis sueños en otoño, entre brasas,
para recogerlos con mis dientes
de las llamas.
                                       Mohammad Sabbag   
                                                                     Mi cosecha



Que nos den calabazas 

                    no las odiadas de los exámenes (aunque ahora creo ya no se usan)

                          ni las del rechazo, no, esas no 

                                    sino las del fecundo campo, a manos llenas...


Las calabazas hacen viva la tierra en otoño. Nacidas modestas, a ras del suelo, de deslumbrantes flores amarillas, entre follajes verdes. Gloriosos frutos globosos de piel ocre, anaranjada o verde. Por dentro color de azafrán

Se dice que tienen alma errante porque cultivadas en un terreno al año siguiente en su lugar crecerá el trigo o el maíz. Maduran durante el caluroso verano en terrenos húmedos y fértiles.



Y por estos pueblos vénetos se suceden en octubre y noviembre fiestas dedicadas a la “Zucca” en las que se exhiben como tesoros numerosas calabazas de diferentes variedades y tamaños, algunas enormes recolectadas a principios de octubre.


fiesta de la calabaza ( Zucca)
en el pueblo de Salzano (Venecia)

Tan versátiles las calabazas esparcen un dulce aroma en la cocina : cocidas, asadas, amalgamada su pulpa a otros ingredientes para hacer cremas, como guarnición o para elaborar todo tipo de tortas dulces y saladas.

Es hora y tiempo de las alegres calabazas.

Mi receta es muy sencilla y golosa
para hacer en un momento, como un juego de niños

      mi calabaza elegida es ésta
                                              
y después de hervida





Pancakes de Calabaza especiada  




Ingredientes:
Calabaza  (pulpa cocida)- 150 gr.
Yogur natural (o de sabores) -  250 gr (2 vasos)
Leche – 100 gr.( variable)
Harina para dulces  - 130 gr.
Huevo -  1
Azúcar moreno integral - 2 cucharadas
Levadura para dulces – 2 cucharaditas
Un pellizco de sal, y de especias variadas en polvo  ( canela/ nuez moscada/cilantro / jengibre...)

Para decorar: azúcar glas, miel o mermelada ( a gusto)

Cocemos la calabaza. Yo la herví entera en una cazuela con un poco de agua. Cuando está blanda la retiramos, la escurrimos bien y dejamos enfriar. Extraemos la pulpa limpia de filamentos y pepitas.
Batimos en la batidora eléctrica la pulpa de calabaza troceada junto a los yogures, el huevo y un poco de leche. Queda una crema a la que añadiremos la harina, el azúcar, levadura y aromas. Batimos muy bien de modo que resulte una mezcla semilíquida homogénea. Si quedara demasiado densa ponemos un chorrito más de leche. Dejamos reposar unos 10 minutos.

Después, encendemos el fuego y untamos o pincelamos una sartén pequeñita con un poco de mantequilla. Cuando está caliente dejamos caer un cucharón de crema de calabaza. Tapamos unos dos minutos para que cuaje por un lado y con una espátula le damos la vuelta delicadamente, y dejamos cocinar otro minutito por el otro lado hasta que se ve dorada la tortita.
Repetimos la operación hasta terminar la crema. A mí me salieron unas 15 o 20  tortitas pequeñas( yo he utilizado la cuchara de hacer bolas de helado para coger la crema de calabaza)
Por último cubrimos nuestros pancakes con azúcar glas o miel, mermelada, crema de chocolate...o lo que más os guste.

 nosotros los preferimos con miel o con un velo de azúcar

Se sirven templados o frìos y son deliciosos para una merienda especial.


Y con el resto de la calabazota que me ha sobrado mañana voy a preparar unas hamburguesas vegetarianas de cereales que,  si me salen buenas, compartiré aquí

pancakes de calabaza

Hasta la próxima vez amigos

                                  Un abrazo en esta fría noche estrellada de gajo de luna 
                                              y  felices días de noviembre 


P.D:

Felicidades hermanita!
mil besos
                                                 

sábado, 4 de octubre de 2014

En el Jardín de las Azufaifas


 Arquà



cesta de azufaifas maduras





Era el cabello al aura desatado

que en mil bucles de oro entretejía;


y en la mirada desmedida ardía


aquel hermoso brillo, ahora ya apagado...


                                                           Francesco Petrarca

                                                                                                   Canzoniere 






entrada a una sala de la casa
de Petrarca
Entre olivos, aroma de azufaifas y granadas maduras. En Arquà, una de las localidades más  bellas de Italia, en las colinas de Padua, pasó sus últimos años el poeta Francesco Petrarca. Su casa está en la parte alta rodeada de jardines.  

Me gustó especialmente la habitación de Venus y la sala de las Metamorfosis (no estaba permitido fotografiar). En ella se ven representadas siete escenas inspiradas en las alegorías de su célebre Canción Nel dolce tempo della prima etade.



 Ay!  el dulce tiempo de la juventud...

     ... ya solo un recuerdo de seda para Petrarca 
cuando contemplaba el panorama extraordinario 
que se extendía laderas abajo
 en su último otoño.

 Ante la belleza y dulzura de esos colores y aromas quién sabe si el poeta aún soñaba la hermosa Laura.

Francesco Petrarca, peregrino, coronado por Laura
             Anónimo (Biblioteca Laurenziana-Florencia)
                                                         
azufaifos gigantes
y sus ramas con frutos





Al volver a casa me puse a preparar para los míos esta dulzura de azufaifas que hoy describo.

 Estas frutas las compré en Arquà, aunque por aquì abundan, también en el supermercado. Mañana se celebra la fiesta de la azufaifa de vivo colorido medieval, demasiado concurrida, por eso la evitamos.





Me encantan las azufaifas, su sabor lo asocio al de la manzana silvestre, crujiente y jugosa, y el aspecto es de aceitunas de brillante color caoba. 

A una hora en coche de casa fue una excursión muy agradable para una cálida y apacible mañana de inicio de otoño. 

Como volver al lugar de los tiempos antiguos...

Pastel de azufaifas rústico


Ingredientes:

300 gr. Harina de farro o cebada integral 
150 gr. Azufaifas
80 gr. aceite de cacahuete
Un sobre de levadura
100 ml. Leche
100 gr. de avellanas molidas
200 gr. azúcar moreno integral
2 huevos
2 cucharadas de mermelada acídula para la superficie (yo la puse de arándanos) es opcional

Juntamos en un recipiente el aceite con el azúcar, la leche, las avellanas molidas.y luego los huevos uno a uno. Añadimos la harina tamizada con la levadura y sal. Revolvemos bien y agregamos las azufaifas troceadas y sin pepita.

Encendemos el horno y lo calentamos diez minutos. Bien mezclada la masa la vertemos en un molde para horno engrasado. Por encima le extendemos dos cucharadas de mermelada y horneamos a 180° durante unos 35 minutos.



Es un pastel integral de sabor rústico antiguo como el paseo por Arquà Petrarca y su textura y gusto mejora si lo comemos al dìa siguiente. Lo ideal es prepararlo la tarde anterior y saborearlo con un delicioso té aromático o un espumoso cappuccino para un desayuno de domingo.


Espero que os guste tanto como a mì...

Feliz inicio de otoño o primavera !
disfrutad de las pequeñas cosas agradables que regalan vida