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domingo, 30 de abril de 2017

gratinado huertamar

























No quiere más la sílaba tardía,
lo que trae y retrae el arrecife
de mis recuerdos, la irritada espuma,

No quiere más sino escribir tu nombre.
Y aunque lo calle mi sombrío amor
más tarde lo dirá la primavera.
                                                                             

                                                           Pablo Neruda




Esta mañana escuchaba que en Venecia entran demasiados turistas y será necesario regular las entradas de las masas de visitantes que diariamente la invaden . Venecia se está convirtiendo en un escaparate objeto de flashes, un producto sin alma, las obras de arte se encuentran en ella pero los venecianos se van, buscan fuera lugares de residencia donde poder ser ellos mismos. 
Oía que decía un residente: aquí no somos dueños de vivir nuestro dolor ni nuestras alegrías de manera privada, íntima. Hasta en el funeral nos vemos fotografiados.

Y mientras los políticos locales piensan en una solución que salve esta pequeña ciudad tan deseada de ser fagocitada por su propio atractivo, yo aúno en mi horno ingredientes de huerta y mar. Igual que la villa lagunar se sustenta entre aguas marinas y tierras agrícolas, también mi receta simple, rapidita y gustosa.



Gratinado de verduras y brochetas de pescado al horno




Ingredientes (cantidades aproximadas para 4 personas )
Verduras (elegimos las preferidas) :
1 calabacín/ 1 berenjena/ 1 patata en rodajas semihervidas/ 1 pimiento/ 1 tomate...
Pescado
Un puñado de sardinitas/ unos pocos calamares pequeños/ unas pocas gambas...
Gratinado
pan rallado mezclado con queso curado rallado, perejil picado o albahaca (pimienta, orégano)
sal/ aceite de oliva

 he preparado dos bandejas, una solo de verduras y la otra mixta.


1.- Se cortan en rodajas finas las verduras y se colocan en hileras sobre la placa de horno cubierta con papel sulfurado. Las verduras van crudas excepto las rodajas de patata que las cocemos un par de minutos en agua hirviendo y las escurrimos enseguida y las colocamos en hileras paralelas. Por encima salamos las verduras ligeramente, pincelamos con un poco de aceite y espolvoreamos con el gratinado de pan rallado y queso. Rociamos con un hilo de aceite por encima pare que dore la superficie.

2.-Tenemos el pescado limpio y las sardinas escamadas y sin espinas ni cabeza. Ensartamos las piezas en brochetas de bambú y colocamos sobre la bandeja de horno igualmente cubierta de papel sulfurado y procedemos igual que con las verduras. Entre las brochetas podemos poner algunas rodajas de calabacín o berenjenas como más nos guste. Salamos ligeramente y pincelamos con un poco de aceite. Espolvoreamos con el picadillo de pan y queso rallado. Volvemos a rociar un hilo de aceite por encima de los ingredientes.

Introducimos  para ambos casos la bandeja en el horno precalentado y cocinamos durante doce minutos a 180°. Después  gratinamos para dorar la superficie otro poco más. Yo el primer día preparé solo la bandeja de verduras y como me gustó mucho hoy la hice mixta, brochetas de pescado junto a las hortalizas que tenìa en casa.
 Servimos con un buen vino blanco fresco y...buon appetito!


... ahora, agudiza la vista, ¿puedes ver dónde se ha metido la mascota de mi amiga Dorella? se ha mimetizado bien el muy malandrín...

ah, qué tranquilidad!




 Me percato de que ya se nos escurre abril  por el jardín de poniente... Mayo saluda de sol y viento fresco.




domingo, 1 de febrero de 2015

Los días de la mirla. Sardinitas a becafigo


campo cercano





Esperando los carnavales en los fríos días de la mirla, como aquí se les dice a los últimos tres días de enero que junto a los primeros de febrero suelen ser los más gélidos del año. Hay una leyenda que se remonta a la Edad Media y habla de una hermosa mirla blanca que con sus polluelos se refugió en una chimenea en aquellos helados días. Y después salieron todos los pajarillos tintados de negro por el hollín.
mirlo negro en la nieve
foto de la web


dos mirlos chiquitos en mi seto
de primavera

Los mirlos alborozan los jardines  pero en invierno apenas se les ve sobre los tejados 
                            deseando la llegada de la primavera...
                    y mi deshojado kaki  tan silencioso a la espera...


mi jardìn y kaki cubiertos de escarcha


dentro de un mes se inundará de gorjeos ... para que no se aburra tanto de ver pasar los días...

Y pensando en esto me he acordado de una receta siciliano-veneciana que he aprendido y que me gusta mucho. La recomiendo por lo sencilla y sabrosa que es: 

Sardinitas a becafigo


Su nombre deriva de los pajarillos becafigos que cazaban y consumían los nobles sicilianos en tiempos antiguos. El pueblo palermitano no tenía acceso a tal manjar (menos mal, digo yo...). Así utilizaron sus abundantes y asequibles sardinitas, las rellenaron con pan rallado, piñones y uvas pasas, y las enrollaron imitando la forma y relleno de los becafigos de los banquetes opulentos. Surgió un delicioso y diferente modo de comer sardinas al horno.

Ingredientes:
Sardinas pequeñas frescas, limpias y sin espinas (abiertas a libro)-12 (o boquerones)
pan rallado- 5 cucharadas
queso rallado tipo parmesano- 3 cucharadas
uvas  pasas – un puñado
piñones – un puñado
perejil picado- un puñado
laurel- algunas hojas
un pellizco de sal y aceite de oliva- 3 cucharadas

los filetes abiertos de sardinas
y encima el relleno
Preparamos el relleno dorando en una sartén con un poco de aceite el pan rallado. Añadimos luego los piñones, las uvas pasas y el perejil picado, y tostamos un poco. Apagamos el fuego y agregamos al conjunto el queso rallado. Mezclamos bien y reservamos.

Colocamos los filetes de sardinas limpios, sin espinas ni cabezas con la parte de la piel sobre la bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Los salamos ligeramente y  les ponemos encima un poco del rellen
o de pan preparado antes. Después los enrollamos comenzando de la parte de la cabeza.


 Añadimos el laurel troceando sus hojas entre las sardinas y terminamos espolvoreando por encima  las sobras del relleno de pan rallado. Vertemos un hilo de aceite sobre nuestros rollitos de sardinas y los cocemos en el horno a 180° de 12 a 15 minutos.





Dejamos reposar un ratito antes de emplatar y... buen provecho a los amantes del pescado!
Servimos con polenta o patatas y ensalada, ideal con una copita de buen vino blanco

Ya ha anochecido y la luna sigue creciendo


                                ¡Feliz y luminoso inicio de febrero!

                                




domingo, 22 de junio de 2014

Junto al Río. Pinchos de Mar en semillas de Amapola y Ajonjolì


parque natural del rìo Sile
lugar privilegiado en la naturaleza



Llegó el verano ardiendo con modorra de siesta

los pies descalzos abrasados de caminos polvorientos

silencios de mirlos dormidos,  zumbidos de avispas

y una lágrima de rocío sobre la flor del cactus



imagen de la Web




El aire sofocante y húmedo desde las primeras horas del amanecer.

La playa, ahora, no es buena idea en fin de semana: 
              caravanas en carretera, hormigueros de cuerpos bajo sombrillas,
no,
              mejor buscar un lugar fresco, eterna primavera, donde disfrutar de ventiladas horas placenteras

entre sauces y otras muchas especies arbòreas
discurre el verde rìo 


A lo largo del río serpenteante bajo frondosas copas de árboles, junto a ánades felices y sin llegar hasta el mar


Agua verde sin olas ni sal...

Solo caminar, escuchar el sinuoso sonido del agua, cantos de aves acuáticas aquí y allá.



ánades y patos parecen danzar
 los cisnes se han ido a otra parte






 y preparar algo rápido para almorzar:

Pinchos de vieiras y gambones en semillas de amapola y ajonjolì



Ensartamos en unos palitos las vieiras y los gambones (o langostinos) limpios y pelados alternándolos.
Salamos ligeramente.

En un plato mezclamos un puñado de semillas doradas de ajonjolí y  añiles de amapola 
y rebozamos en ellas los pinchos. Si no se tienen estas semillas se pueden rebozar en pan rallado y frutos secos picados.

Mientras tanto calentamos la plancha con un hilo de aceite y asamos los pinchos de marisco a fuego dulce unos 3 minutos por cada lado.






Servimos acompañados de una salsa a gusto: alioli o de yogur griego con gotas de tabasco, espolvoreados con perejil picado y gotas de limón



y junto a una simple ensalada fresca.

Para los amantes del marisco es una receta sencilla y gustosa aunque en la imagen no se valora. Se puede hacer también con trocitos de pollo con verduras.



A todas las personas amigas que vienen por aquí les deseo

            una feliz entrada de verano /invierno  según la parte del globo donde estén

un abrazo y  hasta otra vez
Chusa


sábado, 5 de octubre de 2013

Brisa Atlántica con Vieiras en Costra




Las  piedras en el océano  que al atardecer se llenaràn de colonias de gaviotas


Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
...
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas...

                                     Leòn Felipe ( "Como tú...)



En Venecia de repente ha entrado el otoño con paso firme de frìo y lluvia.. La bruma de hoy  sobre el mar Adriático me trae  recuerdos de la brisa del Atlántico de este verano recién terminado, y eso que, sorprendentemente, todo el pasado mes de agosto en Galicia ha sido espléndido.  

He esperado un poco a encender mi lareira virtual porque estaba pendiente de saber  los resultados de los últimos exámenes de la Universidad,    y  ya puedo afirmar orgullosa que soy filóloga y que el esfuerzo de trabajar, estudiar y llevar la casa y la familia, ha valido la pena .... Pero, eso sì,  ahora estoy más perezosa que nunca aunque  poco a poco espero remediar,  ayyyy  la edad no perdona ufffiiii...  y mis amigas ya me dicen: "invéntate otra excusa para venir a Madrid"   y ya estoy inventando....

Este verano,   he estado muy bien acompañada con mi familia en Galicia aunque los chicos no vinieron y los echamos de menos pero tenìan planes mejores segùn ellos. Recuerdo especialmente los suculentos desayunos en un lugar encantador y bastante solitario sobre el mar, como a mì me gusta
y leyendo libros sobre las rocas en el atardecer rodeados de gaviotas que graznaban y nos miraban tranquilas...    yo, no tanto, de vez en cuando las observaba, no sea que se les ocurriera darnos un picotazo...

                                                   Las gaviotas se adueñan de las rocas


....  luego en Madrid, en septiembre,  he celebrado con mis amigotas de siempre Marìa, Concha, Carmen, mi hermana Mari, el final de la carrera, aun sin saber los resultados, siempre es mejor celebrar de màs...qué tapas tan buenas nos tomamos en una terracita cerca del puente de Vallecas...
y a pocas horas de tomar el aviòn de vuelta  me alegré un montonazo de ver a mi amiga Paloma que hacìa más de veinte años que no veìa y que sigue guapísima, espléndida , en ella se detuvo el tiempo...Fue genial quedar con ella y su marido Manolo en las terrazas del Parque del Oeste...

 Bueno, y mi propuesta culinaria  de hoy se inspira en la brisa marina empapada de recuerdos. Es una receta muy sencilla, se trata de un entrante de vieiras o conchas del peregrino, un marisco muy suave y apreciado,  y con propiedades afrodisìacas,  al menos eso dicen.... Mi madre las prepara  de otra manera, con mucha cebolla y horneadas con pan rallado en superficie, también exquisitas. En otra ocasiòn las haré a su modo.
Vieiras en Costra de hojaldre



Ingredientes para 2 personas:
- 2 vieiras
- Una nuez de mantequilla
- Una zanahoria, un puerro y un         calabacìn  cortados en bastoncitos finos
- Un chorrito de vermut blanco
- Una hoja de masa de hojaldre fresca y fina
- Sal
-  Una pizca de nata junto a una yema de huevo para pincelar la superficie de la costra


Modo de hacerlo:
  1. Doramos las vieras enteras y limpias en la sartén con poca mantequilla por ambos lados durante breves minutos.
  2. Rociamos los moluscos  con el vermut dejando evaporar. 
  3. Recortamos con una taza  discos de masa de hojaldre que nos sirven para cubrir las  conchas.
  4. Colocamos sobres las conchas las verduras crudas ralladas: zanahoria, puerro y calabacìn
  5. Salamos ligeramente las verduras y añadimos las vieiras con su jugo de cocción.
  6. Tapamos cada concha con un disco de masa de hojaldre que adheriremos bien por los bordes y practicamos un par de cortes en la superficie antes de hornear para que salga el vapor del interior.
  7. Pincelamos la costra de hojaldre con huevo y nata (opcional) para que la superficie brille
  8. Horneamos a 200° unos diez o doce minutos
Os aseguro que están divinas,  claro, siempre que  os guste este molusco. Disfrutadlas con un buen vino blanco muy frìo y sorprenderéis a vuestros huéspedes.

Espero que con el comienzo del mes de octubre se vayan haciendo realidad vuestros proyectos e ilusiones. Lo antes posible me pasaré a vuestros rincones porque me gusta ver vuestras cosas.
Hasta pronto amigos
Chusa





sábado, 2 de marzo de 2013

Tórtola en el árbol de marzo y Trucha en el plato




la tortolita ha vuelto a mi jardìn



















Mi corazón fue un péndulo entre
ella y la calle...

Y no sé con qué fuerza me libré
de sus ojos
me zafé de sus brazos.
Ella quedó nublando de lágrimas
su angustia.

Miguel Otero Silva - Encrucijada


Estoy de nuevo en mi lareira después de larga ausencia y tenía ya enormes ganas de encender la lumbre. Cuando alguien desaparece por un tiempo de su rinconcito íntimo bloggero todos nos preguntamos:  quién está detrás que no da señas de vida,    qué estará haciendo,   por qué no aparece,     estará bien?
       Es lo misterioso de este mundo, que desarrolla la imaginación del que te conoce solo virtualmente. Te imaginas a la persona tal vez idealizándola un poco, ocupada en no se sabe qué...    En mi caso estaba enfrascada en otras actividades, estudios universitarios que están concluyéndose, trabajo que no me falta....dicen que tengo suerte en estos tiempos,  es verdad,   aunque ya quisiera disminuir mis ocupaciones.

Me gusta vivir la vida saboreándola más despacio, pero últimamente la vivo a saltos   y  a veces es necesario            detenerse un momento, como hago ahora,  con gusto.
      He estado junto a mi madre en febrero en Madrid y esto me hizo muy feliz pero después hay que regresar, otros afectos te esperan... pero para mì la madre es la tierra
                 Recuerdo siempre la frase de ella cuando me ve vacilante: “Debes ir donde tienes que estar”. 
Y es así. 
Esa sensación "pendular" seguro que la han probado muchas personas que han construido una vida lejos de su país de origen, sensación que con los años se acrecienta, al contrario de cuando se es muy joven que no se percibe. 
Os traigo hoy una receta que es deliciosa y se la dedico a ella,    a mi madre,    en agradecimiento,   
que tiene ya muchos años aunque siempre es tan joven... y me gustaría que fuera eterna.


Trucha al horno gratinada sobre lecho de patatas 

Ingredientes para cuatro personas:
-Una trucha grande y fresca, abierta en dos lomos  sin raspa ni espinas
-Patata cortada en rodajas finas (estrato inferior)
-Tomate cortado en rodajas finas (sobre la trucha)
-Hierbas aromáticas para pescado y sal
-Mezcla gratin: pan rallado junto a dos o tres cucharadas de aceite de oliva virgen,  perejil picado y zumo de medio limón

Colocamos en una bandeja de horno untada de aceite las patatas crudas en rodajas finas; salamos ligeramente y espolvoreamos con las hierbas aromáticas. Encima ponemos los dos lomos de trucha con la piel sobre las patatas. Igualmente espolvoreamos  la trucha de finas hierbas y algo de sal y cubrimos con  las rodajas de tomate fresco que también aromatizamos. Por último disponemos la mezcla de pan rallado y perejil picado humedecida con el aceite y jugo de limón. Colocamos aquí y allí unas motitas de mantequilla para que se dore mejor aunque no es necesaria porque el pan rallado ya lleva aceite.
Se introduce en el horno ya caliente a 200°C por unos 25 minutos o hasta que se ve dorado. Está exquisito, con este pescado cocinado así podéis sorprender a los huéspedes muy agradablemente.


(Nota:  . Una vez asado el pescado, quise hacer un experimento con un trozo que reservé. Coloqué sobre él un poquito de mozzarella que tenìa y gratiné en el microondas dos minutos... estaba espectacular de bueno)


Y ahora os dejo hasta la próxima ocasión deseando que disfrutéis de  unos hermosos dìas de marzo.
Chusa

sábado, 22 de septiembre de 2012

Pulpo a feira gratinado con queso cremoso



Una de las vistas cercanas a nuestra casita de verano en Galicia
en las Rìas Baixas

        


Tus ojos me recuerdan
las noches de verano
negras noches sin luna,
orilla al mar salado,
y el chispear de estrellas
del cielo negro y bajo.

Tus ojos me recuerdan
las noches de verano.
Y tu morena carne,
los trigos requemados,
y el suspirar de fuego
de los maduros campos.
                                    Antonio Machado

mi kakito  verdecito...
Casi sin darnos cuenta acaba de empezar el otoño y aunque el verano 
resiste, los días se acortan, las noches refrescan, pero el sol cuando sale nos acaricia con sus rayos aún ardientes. Los viñedos se preparan para la vendimia y los campos dorados ya han dado sus espigas. 
El paisaje campestre que atravieso en mi coche cada mañana al ir a trabajar es muy lindo ahora que las nieblas aún no arrecian. 
En medio de la llanura se vislumbran al fondo las cumbres de los Alpes en estos límpidos días. En mi jardín, los pocos kakis que han aguantado en el árbol las sacudidas de las tormentas de agosto están ya carnosos y redondos, pero verdes, esperando su momento en que semejen bolas naranjas de Navidad.  
 Para entonces, ya se habrá desnudado de hojas mi kako, dejando admirar sus escasos  frutos, lamentablemente,  esta añada.

Pero ahora, a la cocina que me pierdo con mis cosas:

el pulpo requiere el connubio con un buen vino, puede ser albariño, ribeiro...
 yo le he puesto un fresco Pinot Grigio del Véneto


















La receta que cuelgo hoy es fácil y exquisita y me trae los aires de mi Galicia meiga.
El hórreo no podía faltar
 Es el pulpo "a feira" a modo mío, espero que mi madre que es una extraordinaria "pulpeira" me dé su aprobación. Es que, visto que por aquí no encuentro aquellos pulpazos espectaculares que al cortar sus tentáculos iluminan el plato, intento, por vez primera, esta otra versión que probé este agosto en un pueblecito costero gallego y que me gustó mucho y ahora  propongo: simplemente gratinándolo con un poco de queso, tipo tetilla, por encima. Aconsejable para las personas que deseen darle un toque especial y convertirlo en un plato único. El agua de hervir el pulpo no la tiramos pues en ella coceremos unas patatas o cachelos que se condimentarán, al igual que el molusco,  con sal, aceite de oliva y un poco de pimentón picante o dulce, si se quiere, espolvoreado por encima.




 Receta de pulpo a feira gratinado con queso de tetilla


 Ingredientes
Un pulpo grande o dos pequeños 
sal gruesa
pimentón
queso cremoso de tipo "tetilla"
dos hojas de laurel
cebolla
aceite de oliva virgen





Ponemos a hervir abundante agua en una cazuela amplia con una cebolla y dos hojas de laurel. Cuando se produce el hervor introducimos el pulpo ya lavado y lo sacamos del agua tres veces seguidas (es una especie de ritual pero no sé muy bien para qué sirve,  se lo he visto hacer a mi madre...). Razón hayla.

Dejamos cocer unos 40 minutos, depende del tipo de pulpo y del tipo de agua. Basta pinchar y ver que quede blando pero no demasiado para que no suelte la piel.
Cuando está en su punto, "al dente", troceamos el pulpo con las tijeras. Espolvoreamos con un poco de sal algo gruesa, echamos un chorrito de aceite de oliva y le colocamos por encima unos trocitos de queso tipo tetilla para gratinar en el microondas unos dos minutos. Por último, añadimos el pimentón. Y ya está.

Yo tenía miedo de que no me resultara bien con el queso y le he echado demasiado poco. Sin embargo, les ha encantado a todos y la próxima vez le pondré más queso picado por arriba ya que casa muy bien su suave sabor con el fuerte del pulpo.
Podemos servirlo acompañando con las patatas troceadas hervidas en el agua del pulpo y simplemente aliñadas con sal, aceite y, si se quiere, un poquito de pimentón. Están muy buenas.
los cachelos o patatas hervidas en la misma agua
falta echarle el pimentón a gusto
están ya ricas solo con sal y aceite



el pulpo con el queso gratinado 


Estoy deseando ir a visitaros lo antes posible porque disfruto con vuestras ideas.
Un abrazo y hasta la próxima conversación esperando ser más escueta.
Os deseo un feliz final de septiembre,

Chusa



domingo, 26 de febrero de 2012

Lomitos de Trucha asalmonada a la Naranja


río truchero del Véneto





Yo estoy con mis radiantes ilusiones
y mis nostalgias íntimas,
junto a la chimenea
bien harta de tizones que crepitan.
...
Dentro el amor que abrasa:
fuera, la noche fría;
el golpe de la lluvia en los cristales,
y el vendedor que grita
...
unas manos que toquen mis cabellos,
un aliento que roce mis mejillas...
                                     Rubén Darío    Invernal (Azul...)








un buen zumo revitalizante para tomar  con el desayuno
y otro poco para las truchas

Antes de describiros esta estupenda receta, al menos a nosotros nos encanta, tengo que contaros que acabo de regresar de Madrid donde me esperaban una serie de exámenes de 4° curso de Filología Hispánica. Unos mejor que otros los he ido haciendo. En Literatura hispanoamericana,  !qué casualidad !, me cayó analizar un poema de Cantos de vida y esperanza de Rubén Darío y confío en haberlo hecho decentemente bien. Si salgo con éxito de estos exámenes, como hasta ahora ha sido, se lo debo a mi madre que me sostiene fuertemente.  Ahora me toca esperar un mes más o menos a que salgan las notas, pero debo seguir estudiando para los exámenes de junio...
              Esta mañana, mientras preparaba la receta,  he desayunado un zumito de naranjas frescas recordando los excelentes jugos que me preparaba mi madre, cada día, durante mi estancia en su casa. A mi edad recibir estos mimos de mi mamita es todo un lujo cuando debería ser yo a dárselos.

            Madre no hay más que una ...
                                                            ...y a ti te encontré en la calle

Ya solo por estar con ella merece la pena el esfuerzo, el problema es el regreso a Italia pues vengo con el corazón partido: por un lado mi madre, mis hermanos, mis amigos de un tiempo; por el otro mi marido Luc, mis hijos, mi trabajo... este es mi destino y sé que debo reconocer que tengo mucha suerte y doy las gracias por ello.
            Esta receta se la dedico a mi madre, Delfina, con todo mi cariño y gratitud.






                                        Ingredientes para cuatro personas:

- dos truchas medianas abiertas en lomos (por tanto sin espinas)- esta operación la hace el pescadero

- el zumo de tres o cuatro naranjas

- un manojo de perejil picado

- un diente de ajo triturado

- dos cucharadas de aceite de oliva

- un ramito de romero fresco

- un pellizco de sal

- un poco de pan rallado por encima.

Preparación:

Picamos el ajo, el romero y el perejil y mezclamos todo en un bol añadiendo el aceite de oliva . Salamos ligeramente los filetes de trucha y por encima las pincelamos con esta mezcla. Sobre cada trucha espolvoreamos con pan rallado.

Metemos las truchas en una bandeja de horno ligeramente embadurnada de aceite (o con papel de hornear sin grasa), añadimos el zumo de naranja (un vaso),  y cuando el horno está caliente, introducimos el pescado para cocer a 200°C unos treinta minutos. Tienen que quedar doraditas. Se sirven decoradas de rodajas de naranja y limón, que yo no hice y acompañadas de patatas al vapor y ensalada. Eso sí, que no falte un buen vino blanco o rosado.






dos lomos de trucha recién salidos del horno

la trucha asalmonada intensifica con el zumo su color anaranjado 
y contrasta con el verde de la lechuguita 


Queridos amigos  que os asomáis por aquí, os deseo un feliz domingo y que el mes de marzo  os traiga  mucha felicidad. Espero cuanto antes pasarme por vuestros cálidos y perfumados rincones, apenas me sea posible.
Un abrazo, Chusa