sábado, 2 de marzo de 2013

Tórtola en el árbol de marzo y Trucha en el plato




la tortolita ha vuelto a mi jardìn



















Mi corazón fue un péndulo entre
ella y la calle...

Y no sé con qué fuerza me libré
de sus ojos
me zafé de sus brazos.
Ella quedó nublando de lágrimas
su angustia.

Miguel Otero Silva - Encrucijada


Estoy de nuevo en mi lareira después de larga ausencia y tenía ya enormes ganas de encender la lumbre. Cuando alguien desaparece por un tiempo de su rinconcito íntimo bloggero todos nos preguntamos:  quién está detrás que no da señas de vida,    qué estará haciendo,   por qué no aparece,     estará bien?
       Es lo misterioso de este mundo, que desarrolla la imaginación del que te conoce solo virtualmente. Te imaginas a la persona tal vez idealizándola un poco, ocupada en no se sabe qué...    En mi caso estaba enfrascada en otras actividades, estudios universitarios que están concluyéndose, trabajo que no me falta....dicen que tengo suerte en estos tiempos,  es verdad,   aunque ya quisiera disminuir mis ocupaciones.

Me gusta vivir la vida saboreándola más despacio, pero últimamente la vivo a saltos   y  a veces es necesario            detenerse un momento, como hago ahora,  con gusto.
      He estado junto a mi madre en febrero en Madrid y esto me hizo muy feliz pero después hay que regresar, otros afectos te esperan... pero para mì la madre es la tierra
                 Recuerdo siempre la frase de ella cuando me ve vacilante: “Debes ir donde tienes que estar”. 
Y es así. 
Esa sensación "pendular" seguro que la han probado muchas personas que han construido una vida lejos de su país de origen, sensación que con los años se acrecienta, al contrario de cuando se es muy joven que no se percibe. 
Os traigo hoy una receta que es deliciosa y se la dedico a ella,    a mi madre,    en agradecimiento,   
que tiene ya muchos años aunque siempre es tan joven... y me gustaría que fuera eterna.


Trucha al horno gratinada sobre lecho de patatas 

Ingredientes para cuatro personas:
-Una trucha grande y fresca, abierta en dos lomos  sin raspa ni espinas
-Patata cortada en rodajas finas (estrato inferior)
-Tomate cortado en rodajas finas (sobre la trucha)
-Hierbas aromáticas para pescado y sal
-Mezcla gratin: pan rallado junto a dos o tres cucharadas de aceite de oliva virgen,  perejil picado y zumo de medio limón

Colocamos en una bandeja de horno untada de aceite las patatas crudas en rodajas finas; salamos ligeramente y espolvoreamos con las hierbas aromáticas. Encima ponemos los dos lomos de trucha con la piel sobre las patatas. Igualmente espolvoreamos  la trucha de finas hierbas y algo de sal y cubrimos con  las rodajas de tomate fresco que también aromatizamos. Por último disponemos la mezcla de pan rallado y perejil picado humedecida con el aceite y jugo de limón. Colocamos aquí y allí unas motitas de mantequilla para que se dore mejor aunque no es necesaria porque el pan rallado ya lleva aceite.
Se introduce en el horno ya caliente a 200°C por unos 25 minutos o hasta que se ve dorado. Está exquisito, con este pescado cocinado así podéis sorprender a los huéspedes muy agradablemente.


(Nota:  . Una vez asado el pescado, quise hacer un experimento con un trozo que reservé. Coloqué sobre él un poquito de mozzarella que tenìa y gratiné en el microondas dos minutos... estaba espectacular de bueno)


Y ahora os dejo hasta la próxima ocasión deseando que disfrutéis de  unos hermosos dìas de marzo.
Chusa