Mostrando entradas con la etiqueta Galicia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Galicia. Mostrar todas las entradas

martes, 16 de septiembre de 2014

Retorno lento ...


 hilos de lluvia  y sol 
los ves?



Al volver a casa me encuentro el otoño
Que se tragó al verano,  así,  
                                             de sopetón .

     Aunque ahora, mientras escribo ha vuelto el calor...

Me han dicho que el agosto veneciano de 2014 fue insólitamente fresco.
Ha sido un verano raro éste. No creéis?

El tiempo pasado fuera de aquí, ocupada en el  dolce far niente,  se me pasó volando...
bueno,  no ha sido exactamente un dolce far niente,  pues pocas veces me ha tocado cocinar para tantas personas como este verano lleno de visitas. Eso sì, bien ayudada por hermana y mami.


 Mi lareira, a la vuelta, la encontré llena de telarañas, y los geranios con las flores mustias y las hojas taladradas de caracoles glotones 

                                                      
                                                         


madreselvas perfumadas
En estos momentos, dulces aromas de madreselva entran por mi ventana desde el vecino jardín, y se mezclan con los olores del largo agosto VIVIDO.



Y apenas tengo palabras que escribir, solo sentir
y ver todo lo que hay que hacer para que la casa esté vivible lo antes posible...

uff...
                                                              
...  no sé si conseguiré ponerme las pilas de arranque...
en agosto
mirando al mar soñé
...








el entorno verde y hùmedo
donde nacì






Y... campos de Castilla en septiembre


árido campo segoviano


girasoles tostados
mirando la tierra


girasoles en agua,
soles en el jarròn




  me he vuelto a encontrar en mi jardìn (como en primavera)
a dos mariposas amarillo limòn que en su aleteo se persiguen
me gustarìa hacerles una foto,
 mientras no lo consigo
cuelgo esta imagen
de buen augurio

Liz Elsby


Hasta la próxima  amigos  que pasáis por aquí

felices dìas de septiembre y que se realicen vuestras ilusiones


sábado, 5 de octubre de 2013

Brisa Atlántica con Vieiras en Costra




Las  piedras en el océano  que al atardecer se llenaràn de colonias de gaviotas


Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
...
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas...

                                     Leòn Felipe ( "Como tú...)



En Venecia de repente ha entrado el otoño con paso firme de frìo y lluvia.. La bruma de hoy  sobre el mar Adriático me trae  recuerdos de la brisa del Atlántico de este verano recién terminado, y eso que, sorprendentemente, todo el pasado mes de agosto en Galicia ha sido espléndido.  

He esperado un poco a encender mi lareira virtual porque estaba pendiente de saber  los resultados de los últimos exámenes de la Universidad,    y  ya puedo afirmar orgullosa que soy filóloga y que el esfuerzo de trabajar, estudiar y llevar la casa y la familia, ha valido la pena .... Pero, eso sì,  ahora estoy más perezosa que nunca aunque  poco a poco espero remediar,  ayyyy  la edad no perdona ufffiiii...  y mis amigas ya me dicen: "invéntate otra excusa para venir a Madrid"   y ya estoy inventando....

Este verano,   he estado muy bien acompañada con mi familia en Galicia aunque los chicos no vinieron y los echamos de menos pero tenìan planes mejores segùn ellos. Recuerdo especialmente los suculentos desayunos en un lugar encantador y bastante solitario sobre el mar, como a mì me gusta
y leyendo libros sobre las rocas en el atardecer rodeados de gaviotas que graznaban y nos miraban tranquilas...    yo, no tanto, de vez en cuando las observaba, no sea que se les ocurriera darnos un picotazo...

                                                   Las gaviotas se adueñan de las rocas


....  luego en Madrid, en septiembre,  he celebrado con mis amigotas de siempre Marìa, Concha, Carmen, mi hermana Mari, el final de la carrera, aun sin saber los resultados, siempre es mejor celebrar de màs...qué tapas tan buenas nos tomamos en una terracita cerca del puente de Vallecas...
y a pocas horas de tomar el aviòn de vuelta  me alegré un montonazo de ver a mi amiga Paloma que hacìa más de veinte años que no veìa y que sigue guapísima, espléndida , en ella se detuvo el tiempo...Fue genial quedar con ella y su marido Manolo en las terrazas del Parque del Oeste...

 Bueno, y mi propuesta culinaria  de hoy se inspira en la brisa marina empapada de recuerdos. Es una receta muy sencilla, se trata de un entrante de vieiras o conchas del peregrino, un marisco muy suave y apreciado,  y con propiedades afrodisìacas,  al menos eso dicen.... Mi madre las prepara  de otra manera, con mucha cebolla y horneadas con pan rallado en superficie, también exquisitas. En otra ocasiòn las haré a su modo.
Vieiras en Costra de hojaldre



Ingredientes para 2 personas:
- 2 vieiras
- Una nuez de mantequilla
- Una zanahoria, un puerro y un         calabacìn  cortados en bastoncitos finos
- Un chorrito de vermut blanco
- Una hoja de masa de hojaldre fresca y fina
- Sal
-  Una pizca de nata junto a una yema de huevo para pincelar la superficie de la costra


Modo de hacerlo:
  1. Doramos las vieras enteras y limpias en la sartén con poca mantequilla por ambos lados durante breves minutos.
  2. Rociamos los moluscos  con el vermut dejando evaporar. 
  3. Recortamos con una taza  discos de masa de hojaldre que nos sirven para cubrir las  conchas.
  4. Colocamos sobres las conchas las verduras crudas ralladas: zanahoria, puerro y calabacìn
  5. Salamos ligeramente las verduras y añadimos las vieiras con su jugo de cocción.
  6. Tapamos cada concha con un disco de masa de hojaldre que adheriremos bien por los bordes y practicamos un par de cortes en la superficie antes de hornear para que salga el vapor del interior.
  7. Pincelamos la costra de hojaldre con huevo y nata (opcional) para que la superficie brille
  8. Horneamos a 200° unos diez o doce minutos
Os aseguro que están divinas,  claro, siempre que  os guste este molusco. Disfrutadlas con un buen vino blanco muy frìo y sorprenderéis a vuestros huéspedes.

Espero que con el comienzo del mes de octubre se vayan haciendo realidad vuestros proyectos e ilusiones. Lo antes posible me pasaré a vuestros rincones porque me gusta ver vuestras cosas.
Hasta pronto amigos
Chusa





sábado, 22 de septiembre de 2012

Pulpo a feira gratinado con queso cremoso



Una de las vistas cercanas a nuestra casita de verano en Galicia
en las Rìas Baixas

        


Tus ojos me recuerdan
las noches de verano
negras noches sin luna,
orilla al mar salado,
y el chispear de estrellas
del cielo negro y bajo.

Tus ojos me recuerdan
las noches de verano.
Y tu morena carne,
los trigos requemados,
y el suspirar de fuego
de los maduros campos.
                                    Antonio Machado

mi kakito  verdecito...
Casi sin darnos cuenta acaba de empezar el otoño y aunque el verano 
resiste, los días se acortan, las noches refrescan, pero el sol cuando sale nos acaricia con sus rayos aún ardientes. Los viñedos se preparan para la vendimia y los campos dorados ya han dado sus espigas. 
El paisaje campestre que atravieso en mi coche cada mañana al ir a trabajar es muy lindo ahora que las nieblas aún no arrecian. 
En medio de la llanura se vislumbran al fondo las cumbres de los Alpes en estos límpidos días. En mi jardín, los pocos kakis que han aguantado en el árbol las sacudidas de las tormentas de agosto están ya carnosos y redondos, pero verdes, esperando su momento en que semejen bolas naranjas de Navidad.  
 Para entonces, ya se habrá desnudado de hojas mi kako, dejando admirar sus escasos  frutos, lamentablemente,  esta añada.

Pero ahora, a la cocina que me pierdo con mis cosas:

el pulpo requiere el connubio con un buen vino, puede ser albariño, ribeiro...
 yo le he puesto un fresco Pinot Grigio del Véneto


















La receta que cuelgo hoy es fácil y exquisita y me trae los aires de mi Galicia meiga.
El hórreo no podía faltar
 Es el pulpo "a feira" a modo mío, espero que mi madre que es una extraordinaria "pulpeira" me dé su aprobación. Es que, visto que por aquí no encuentro aquellos pulpazos espectaculares que al cortar sus tentáculos iluminan el plato, intento, por vez primera, esta otra versión que probé este agosto en un pueblecito costero gallego y que me gustó mucho y ahora  propongo: simplemente gratinándolo con un poco de queso, tipo tetilla, por encima. Aconsejable para las personas que deseen darle un toque especial y convertirlo en un plato único. El agua de hervir el pulpo no la tiramos pues en ella coceremos unas patatas o cachelos que se condimentarán, al igual que el molusco,  con sal, aceite de oliva y un poco de pimentón picante o dulce, si se quiere, espolvoreado por encima.




 Receta de pulpo a feira gratinado con queso de tetilla


 Ingredientes
Un pulpo grande o dos pequeños 
sal gruesa
pimentón
queso cremoso de tipo "tetilla"
dos hojas de laurel
cebolla
aceite de oliva virgen





Ponemos a hervir abundante agua en una cazuela amplia con una cebolla y dos hojas de laurel. Cuando se produce el hervor introducimos el pulpo ya lavado y lo sacamos del agua tres veces seguidas (es una especie de ritual pero no sé muy bien para qué sirve,  se lo he visto hacer a mi madre...). Razón hayla.

Dejamos cocer unos 40 minutos, depende del tipo de pulpo y del tipo de agua. Basta pinchar y ver que quede blando pero no demasiado para que no suelte la piel.
Cuando está en su punto, "al dente", troceamos el pulpo con las tijeras. Espolvoreamos con un poco de sal algo gruesa, echamos un chorrito de aceite de oliva y le colocamos por encima unos trocitos de queso tipo tetilla para gratinar en el microondas unos dos minutos. Por último, añadimos el pimentón. Y ya está.

Yo tenía miedo de que no me resultara bien con el queso y le he echado demasiado poco. Sin embargo, les ha encantado a todos y la próxima vez le pondré más queso picado por arriba ya que casa muy bien su suave sabor con el fuerte del pulpo.
Podemos servirlo acompañando con las patatas troceadas hervidas en el agua del pulpo y simplemente aliñadas con sal, aceite y, si se quiere, un poquito de pimentón. Están muy buenas.
los cachelos o patatas hervidas en la misma agua
falta echarle el pimentón a gusto
están ya ricas solo con sal y aceite



el pulpo con el queso gratinado 


Estoy deseando ir a visitaros lo antes posible porque disfruto con vuestras ideas.
Un abrazo y hasta la próxima conversación esperando ser más escueta.
Os deseo un feliz final de septiembre,

Chusa



miércoles, 12 de septiembre de 2012

De nuevo en casa

Aquì no se ven las moras pero haberlas haylas
un poco màs abajo...


Los caminos bordeados  de moras y anises silvestres hasta llegar al espumoso mar por donde no pueden alcanzarlo los ruidosos automóviles ya que es necesario andar casi en fila india.

 De esta manera, respirando el aire de pinos y eucaliptos y humedecida la piel de la bruma marina que acaracola el pelo y deja ese agradable frescor,
 es como... 


                                      ... fundirse con la naturaleza en un solo instante.

 Un remanso de paz,   lejos del mundanal ruido,   lejos de los bodrios ruidosos de los programas basura televisivos emitidos para enganchar a demasiadas personas... que quizá sólo buscan desconectar por unos momentos de sus problemas cotidianos y se sumergen en unos ficticios casos de morboso cotilleo mirando en la casa de los “famosillos” de pacotilla por el ojo de la cerradura.

Cuando para relajarse basta un buen libro...y un buen paseo por el campo, la playa, o donde sea. Eso es lo que yo prefiero. 

     Y, claro está, la buena compañía de familia, amigos, charlando, riendo, tomando un buen vino y algo de picar...
                                            asì pasé mi verano en Galicia.

De nuevo en casa, 
                           con las pilas recargadas de aquellos aromas
                           y de aquella paz de otro tiempo con la memoria de los pies hundidos en las blancas arenas entre pardas rocas donde el vuelo de las gaviotas era ya un espectáculo. 

Enciendo mi lareira para conversar con vosotros - tan tibia después de la ausencia- deseando que en este mes de septiembre nos encontremos con briosos ánimos para afrontar con toda la ilusión necesaria al nuevo año que nos espera, por duro y dificultoso que sea. Sí, porque el verdadero nuevo año, para muchos, para mì también, empieza ahora, en este cálido mes de septiembre, mes de las uvas doradas y de la vendimia.

Me encantó la iniciativa que tuvo en julio la deliciosa amiga Conxita en su blog Té deTernura en que pedía que cada uno de los visitantes dejara una frase que tuviera un significado especial en su vida. Ella, además, en aquella ocasión, sorteaba un precioso objeto. Yo, quisiera reproponer la iniciativa de ella, aunque, lamentablemente, sin premio.  Solamente os pido que, si os apetece, dejéis aquí un pensamiento, frase o máxima que os haya servido de lección en la vida. Que todo ello nos sirva para reunir todas las energías, a veces dormidas.

En este momento, yo elijo esta:
 “El humorismo es el salvavidas del río de la vida” (Wilhem Raabe)

Pero también recuerdo siempre la que me decía una amiga madrileña entrañable, Ana, cuando vivíamos en Madrid, de adolescentes,  es una máxima que se me quedó grabada y me la aplico siempre:

“La vida hay que vivirla paso a paso y no a saltos”

Hasta la próxima amigos, espero, entonces, con una sabrosa receta de mi tierra gallega. Os invito, mientras tanto, a un vinillo en mi lareira ya con la lumbre encendida...


domingo, 4 de septiembre de 2011

Morriña

olas transparentes besan la arena que acaricia tus pies






 Como siempre que voy a Galicia, inevitablemente al regreso, siento morriña. Será porque voy en verano?

              Y eso que soy una persona muy alegre y positiva y  las cosas, afortunadamente me van muy bien, tanto en el plano afectivo como en el profesional.

                            Pero la morriña nada tiene que ver con eso.
     

... es una añoranza que no se puede explicar,
                                           es un sentimiento de nostalgia que siente el gallego al abandonar su tierra natal    y que deja en la garganta ...
                                           como  una lágrima atragantada...

            La morriña comienza en el momento de la despedida cuando los seres queridos que se quedan, te abrazan fuerte y con los ojos húmedos te dicen...

                                     ...adiós bonitiña, nos vemos el verano que viene...

                                             con ese acento
                                                               tan duuulce...
 
               Mientras, el orvallo estampa sus gotitas contra tu rostro dejándote

                                        la piel helada y caracolillos en el pelo...

        
                                       

                                 La morriña es.....

                                                          la poesía de  Rosalía de Castro

                                                          las canciones de Fuxan Os Ventos



                Hay algo más gallego y más dulce que la morriña???




Era apacible el día y templado el ambiente
y llovía, llovía callada y mansamente, 
Rosalía de Castro





chove en Santiago
qué raro, no?


 las gotas de lluvia descienden como cuentas de perlas cuando el aire aún está cálido
empapándote el rostro
Parecen burbujas que se pueden beber
o ....granos de uva

uva de Albariño
lista para la vendimia





                       Bueno... no creáis que llueve siempre en Galicia, eso es una leyenda popular

              también, muchas veces, sale un sol deslumbrante que deja lucir a las plantas sus rutilantes colores.

                        Este mes de agosto, por ejemplo, ha hecho casi siempre muy bueno







el arco iris saluda alegre al hórreo, viñedos y maizales
Ya ha dejado de llover



... Se siente 
aunque se  lleve la maleta cargada de recuerdos...  
               conchas, guijarros, chorizos, quesos, pimientos de Padrón,
    hojas de eucalipto o semillas de anís...


Lejos de allì, pierden su valor aunque prolongan el recuerdo



 
hojas de eucalipto












plantas de anís silvestre
                              
                                                      


conchas, guijarros y estrella de mar que llevo en mi maleta






...es  el olor de la hierba húmeda del prado después del orvallo




caballos pacen libres sobre los acantilados de S.Andrés de Teixido

                                    

profundos acantilados
                            







 ...   es el aroma del mar y del bosque amalgamados,


     ...    tonalidades de verde y azul fundidas con gotas de bruma impalpable



islas Cies
.

                                                              Eso es la morriña para mí.


           Pero, tranquilos,
                                              luego se pasa ,
                       no dura más que unos días...
                                                   ...  hasta que la actividad de nuevo te devuelve a la realidad cotidiana

Por cierto, se me acaba de pasar la morriña escribiendo este post...


                                                menos mal, verdad?

 Y por lo que respecta a las estrellas fugaces, no he visto ni una!!! eso sí, Luc y yo salimos casi todas las noches a observar el cielo por si  veíamos alguna. 

                           Lo más que vimos fueron  cielos cuajados de estrellas y
                 lucecitas de aviones cargados de ilusiones de aventura y sueños de felicidad.
   
   P.S. Quisiera profundamente que el sueño de felicidad  de Elena Zulueta se realizara, encontrando la solución a su serio problema que se puede leer aquí

martes, 19 de julio de 2011

Las Filloas de Mamá Delfina




puesta de sol en la playa de las pipas (Revoredo)
foto tomada por Luc con su móvil

     Los veranos en Galicia cuando nos juntamos todos los hermanos con nuestras respectivas familias y nuestra madre materna me traen los recuerdos de la infancia. Los aromas del bosque de pinos y eucaliptos y las fragancias de las plantas de anís silvestre se mezclan en el aire al olor de mar y berberecho, despertando los sentidos, el buen humor y la memoria de los años felices y despreocupados. También los colores juegan su parte. Las gamas de azules y celestes del océano se armonizan con los verdes rutilantes de la vegetación hasta que la bruma marina los envuelve y difumina. A menudo, el sol puja por salir entre las nubes rebosantes de agua que descargan su peso y todo se torna gris. Pero al final el astro rey vence y se impone, dejando la exuberante vegetación exhibiendo su manto más intenso y brillante. 
     La puesta del sol en la playa de Las Pipas en Revoredo es magnífica. El sol desciende por el horizonte y se apoya como un huevo frito sobre la bandeja de agua, tiñendo el crepúsculo de tonos anaranjados, rojizos y violetas. A nuestras espaldas queda el monte...

     En estos recuerdos de mi tierra natal no puede faltar una receta facilísima y muy sabrosa que es la de las filloas como me enseñó mi mamá Delfina, una gallega DOC. Yo le voy a dar un toque personal rellenándolas con dulce de leche argentino. Salen perfectas, aunque reconozco que las de mi madre son insuperables, una auténtica obra de arte con puntillita y todo.



Filloas de mamá

Ingredientes para cuatro personas:
una taza grande de harina
dos tazas grandes de leche
un huevo
una cucharadita de levadura en polvo
una cucharadita de sal
cuatro cucharadas de azúcar
opcional: para el relleno un poco de dulce de leche (yo usé dulce de leche Capitán Gaucho)




Preparación
Batir todos los ingredientes en la batidora hasta formar una masa bastante líquida. A continuación untar una sartén antiadherente con un poquito de mantequilla (o tocino) y cuando esté caliente verter un cucharón de la masa en la sartén de modo que cubra  sólo el fondo sutilmente. Cuando cuaja se le da la vuelta con una paleta de madera y después de unos segundos cuando se dora un poco, se saca para un plato. Entonces se pueden rellenar, como yo he hecho, con una cucharada de dulce de leche, o como hace mi madre espolvoreándolas bien de azúcar por arriba. En cualquier caso quedan riquísimas y se las devoran los comensales en un plis plas.

 Aquí en la foto se ven la últimas. Lástima que no dispongo de una buena cámara, es sólo la del móvil



Foto de las filloas tomadas por Luc con su móvil