domingo, 17 de julio de 2011

Bienvenida la Salvia en la cocina!

La salvia de mi jardín está hermosa y por ello he decidido preparar una receta que sirve como acompañante o aperitivo, con todas las propiedades que tiene esta planta. La salvia officinalis es muy fácil de cultivar, resiste los fríos rígidos del invierno y los calores bochornosos del verano y sus hojas las podemos utilizar bien para preparar una infusión digestiva, bien para preparar la deliciosa receta de hojas de salvia en gabardina. En los jardines italianos es muy frecuente cultivarla junto a la planta de romero, ambas perennes, de flores azuladas  e intensamente aromáticas.





Hojas de salvia en gabardina fina

Ingredientes:
Un buen puñado de hojitas de salvia frescas
Una taza de harina
un chorrito de agua
una cucharadita de levadura en polvo
un pellizco de sal

Preparación

      Hacemos una masa mezclando los ingredientes sólidos y bajo el grifo dejamos caer un chorrito muy fino de agua y batimos para que quede una masita densa donde sumergiremos las hojas de salvia con su rabito. Después las freimos en aceite y cuando están ligeramente doradas y crujientes se sacan y se escurre el exceso de aceite. No quedan nada grasientas.
     Se sirven templadas o frías espolvoreadas con unas arenitas de azúcar o de sal (a gusto del comensal). Yo las espolvoreé con un velo de azúcar.  El resultado es que los invitados quedan agradablemente sorprendidos del original aperitivo que desprende el sabor del bosque y se las devoran en un periquete.
      A mí me quedaron así como se ve en la foto, deliciosas (modestia aparte, je,je,je).

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