campo cercano |
Esperando los carnavales en los fríos días de la mirla, como aquí se les dice a los últimos tres días de enero que junto a los primeros de febrero suelen ser los más gélidos del año. Hay una leyenda que se remonta a la Edad Media y habla de una hermosa mirla blanca que con sus polluelos se refugió en una chimenea en aquellos helados días. Y después salieron todos los pajarillos tintados de negro por el hollín.
mirlo negro en la nieve foto de la web |
dos mirlos chiquitos en mi seto de primavera |
Los mirlos alborozan los jardines pero en invierno apenas se les ve sobre
los tejados
deseando la llegada de la primavera...
y mi deshojado kaki tan silencioso a la espera...
mi jardìn y kaki cubiertos de escarcha |
dentro de un mes se inundará de gorjeos ... para que no se aburra tanto de ver pasar los días...
Y pensando en esto me he acordado de una receta siciliano-veneciana que he aprendido y que me gusta mucho. La recomiendo por lo sencilla y sabrosa que es:
Sardinitas a becafigo
Su nombre deriva
de los pajarillos becafigos que cazaban y consumían los nobles sicilianos en tiempos antiguos. El pueblo palermitano no tenía acceso a tal manjar (menos mal, digo yo...).
Así utilizaron sus abundantes y asequibles sardinitas, las rellenaron con pan
rallado, piñones y uvas pasas, y las enrollaron imitando la forma y relleno de
los becafigos de los banquetes opulentos. Surgió un delicioso y diferente modo
de comer sardinas al horno.
Ingredientes:
Sardinas pequeñas frescas, limpias y sin espinas (abiertas a libro)-12 (o boquerones)
pan rallado- 5 cucharadas
queso rallado tipo parmesano- 3 cucharadas
uvas pasas
– un puñado
piñones – un puñado
perejil picado- un puñado
laurel- algunas hojas
un pellizco de sal y aceite de oliva- 3 cucharadas
Colocamos los filetes de sardinas limpios, sin espinas ni cabezas con la parte de la piel sobre la bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Los salamos ligeramente y les ponemos encima un poco del relleno de pan preparado antes. Después los enrollamos comenzando de la parte de la cabeza.
Añadimos el laurel troceando sus hojas entre las sardinas y
terminamos espolvoreando por encima las sobras del relleno de pan rallado. Vertemos un
hilo de aceite sobre nuestros rollitos de sardinas y los cocemos en el horno a 180°
de 12 a 15 minutos.
Dejamos reposar
un ratito antes de emplatar y... buen provecho a los amantes del pescado!
Servimos con polenta o patatas y ensalada, ideal con una copita de buen vino blanco
Ya ha anochecido y la luna sigue creciendo
¡Feliz y luminoso
inicio de febrero!
Hoy en mi lareira me apetecìa poner esta receta que aunque tiene ingredientes algo insòlitos resulta muy agradable.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestro afecto.
Un abrazo!
Encantador lo de los mirlos y su leyenda...y esa espera en el invierno, del sol. Tu receta, pues poco conocida, y por ello, interesante, pues ante era bocado de pocos...me pongo a pensar que en esos tiempos, la cacería de estos animalillos, tendría el nivel de una masacre ornitológica...pero hay que comer...dirían algunos....y a rellenar. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarSì, masacre ornitològica que se usaba hacer en muchos pueblitos campestres. Pobres pajarillos, recuerdo mi abuelo que era apasionado de esos "manjares" y las trampas que ponìa para cazarlos. Menos mal que ahora estàn protegidos. Un abrazo Carlos
EliminarLos días de la mirla están pasando en Barcelona sin pena ni gloria, hoy hace un sol espléndido que invita a pasear junto al mar mientras media España está helada de frío. El Mediterráneo nos hace el favor de suavizar el duro invierno. No creas que no me haría ilusión un poquito de nieve pero me conformo con este solecito que nos carga de energía.
ResponderEliminarEs muy entrañable la leyenda de la mirla blanca con sus pajarillos tintados de negro.
La receta me ha encantado. Me gustan mucho las sardinas y me parece un relleno de lo más original. Voy a ver si me sale!
Te mando un abrazo enorme lleno de calor para que pases mejor estos fríos días de la mirla.
Aquì, junto al Adriàtico por un lado y los Alpes por otro tenemos dìas frìos y heladas frecuentes, ademàs de nieve a veces. La receta de sardinitas la he hecho fusionando a mi modo la tradiciòn siciliana y veneciana, creo que es saludable y muy sabrosa si gusta el pescado, claro.
EliminarMuchas gracias mi Nica preciosa por tu caluroso abrazo que me llega y envuelve. Que te llegue el mìo con todo mi afecto y simpatìa... :-) <3
Veo las imágenes nevadas y pienso en los contrastes de la vida: aquí luce un sol casi insultante, es verdad que hace un viento de esos que más que insultar se lleva todas las palabras casi antes de que salgan, pero últimamente aquí los inviernos pasan de puntillas, y la nieve... es esa cosa que otra gente vive y siente como propia, pero aquí siempre se ve de lejos.
ResponderEliminarFeliz febrero, Chusa :)
Un abrazo
Gracias al viento por haberte traìdo, Ximo. Un abrazo!
EliminarChusa, preciosa esa leyenda de la mirla y precioso ese jardín a los pies de tu casa, que pronto te mostrará la primavera en todo su esplendor...Aquí tenemos frío, pero no falta el sol, que nos anima siempre y es una bendición...La receta que nos dejas me encanta, porque me gustan las sardinas y los ingredientes, que le darán una exquisita mezcla de sabores. Me alegro que te asomes de nuevo entre la nieve con tu palabra cálida y cercana. Te dejo mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
El sol es una bendiciòn siempre. M.Jesùs gracias por tu cariño y presencia. Todo lo mejor para ti. Un abrazo bien grande
EliminarMaravillosas imágenes nevadas junto a la leyenda del mirlo que espera la primavera para inundar de gorgojeos el jardín.
ResponderEliminarLa receta muy original y seguro que debe de estar riquísima...
Un calido abrazo
Gracias por tus amables palabras, Sneyder. Càlido abrazo
EliminarTe deseo que los días de la mirla pasen rápido, que los días de sol lleguen ya para que los sacuda de tanto frío. Te mando algo del sol limeño, que anda un poco tímido y hay días en que ni se asoma.
ResponderEliminarYa me llegò un rayito de ese sol limeño, tìmido y ùnico.
EliminarGracias Gabri !
Por mi casa los mirlos me acompañan a diario, durante todas las estaciones.
ResponderEliminarme quedo con la receta, parece deliciosa.
besos
Es bonito escucharlos, qué bien por ti. La receta espero que te guste como a nosotros. Besos Karin
EliminarAquí también nos cubre el frío invierno... aunque no tanto, creo. Qué bonita la leyenda mirlera que cuentas : ) Ahora al oír/ver los mirlos en mi jardín, me acordaré de ti, Chusa... sueles hablarnos de los pájaros que te visitan en el tuyo, algo que me encanta...
ResponderEliminarLa receta me parece de lo más interesante, no solo por su origen, sino por la mezcla de sabores, debe de ser una auténtica delicia -y además, nutritiva.
Feliz mes de febrero para ti, te mando todo mi cariño con un abrazo inmenso.
Gracias Milena por tu cariño que te intercambio. Y es cierto que los pàjaros son personajes asiduos en mi lareira como en mi jardìn, me encanta escuchar sus cantos en el silencio del campo. Un gran abrazo, mia cara
EliminarMe ha encantado esa leyenda de la mirla :) Vives en un lugar precioso...
ResponderEliminarVeo que eres buena cocinera, tiene muy buena pinta.
Montón de besos, guapa
Gracias Carmen, solo me gusta cocinar cuando estoy libre de compromisos y me relaja. Muchos besos, bella
EliminarBonita historia la de la mirla.
ResponderEliminarSaludos y me llevo la receta, Chusa.
Saludos Margary :)
EliminarPues esperando en el frío invierno a los carnavales yo ya me disfracé de carnaval antes de tiempo ¿será que estoy deseando que lleguen? jajajaja :-)).
ResponderEliminarMe encantaron las imágenes, Chusa.
Mmmm qué receta más rica, tomaré nota de ella.
Un besazo.
Te veo bien disfrazada Marìa. Tu disfraz me gusta porque se ve. No me gustan las màscaras invisibles de muchas personas
EliminarUn besazo!
que forma tan original y sabrosa de preparar las sardinillas, me la apunto! bicos
ResponderEliminarSì, es original, al menos yo nunca antes habìa comido las sardinillas de esa manera y me gustaron especialmente.
EliminarBicos
Vaya... Creo que me quedaré más por aquí... Por lo que veo... Y por lo que aprendo... Gracias
ResponderEliminarPonte còmodo, yo también aprenderé de ti
EliminarQUE FRIO!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarLa receta habrá que probar jiji.
Muy lindo post, gracias por compartirlo.
Cariños para ti.
mar
Sì, el invierno es bello con este frìo que congela las briznas de hierba,
Eliminarmis cariños también para ti, Mar
Interesante tu receta. Habra que probarla
ResponderEliminarAbrazos
Merece probarla. Abrazo Lapis :)
EliminarMe encantan los mirlos...durante años me acompañaban en mi ces`ped....un beso desde Murcia....
ResponderEliminarEn el césped! y a mì en los setos y kaki, junto a la ventana
EliminarBesos hasta Murcia para ti
Tu Kaki pronto tendrá buena compañía que además alegrarán tu jardín.
ResponderEliminarBuena receta me encantan las sardinas.
Buena semana niña;)
Un beso.
Alegrìa canora, ya estoy deseando que llegue la primavera a mi jardìn
EliminarFelices dìas, Laura. Gracias por tu compañía :)
Chusi querida..tu hogar no podía ser de otra manera! Así me imaginaba tu espacio..tu jardín.. qué bonito! Las imagenes,siempre tan acogedoras, qué serenidad se respira aquí... es la que tu proyectas, la que nos ilumina..
ResponderEliminarUn besazo preciosa!!
Qué bonitas palabras me dejas siempre Luna Hermosa. Un beso enorme:)
EliminarBuena receta para un día frío, aunque por aquí no es precisamente fines de enero y comienzos de febrero cuando hace mas frío. Por cierto, Bonita casa.
ResponderEliminarBesos dulces y linda semana.
Se ves que estàs invertido respecto a mi :) invierno/verano pero la misma luna
EliminarUn beso y gracias por venir, Dulce
El clima, yo no estoy invertido en nada :D
EliminarUn gusto, otro beso dulce.
jajaja me referìa a que desde aquì los que estàis en ese lado (del mundo) los vemos con la cabeza para abajo, mirando la esfera terrestre...
Eliminarbeso salado, Dulce
porque hay fuerte brisa marina hoy
Siempre dando envidia compañera jaja. Precioso. Bonita historia la del mirlo. Un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo Rendan !
EliminarUnas fotos preciosas, y la historia no la conocía. La receta tiene una pinta estupenda!
ResponderEliminarUn beso!
Hay historias asociadas a las localidades, esta de la mirla la aprendì aquì
EliminarHola Chusa.
ResponderEliminarHoy toca leyendas e historia, y menú por supuesto. Original forma de comer sardinas..., que no es precisamente mi plato preferido.
Lo del mirlo blanco se lo oía a mi madre de niño en relación a "conoció a un mirlo blanco".
Un abrazo Chusa.
jaja Ernesto, esa de "conociò a un mirlo blanco" no la sé
Eliminarya me contaràs...
Abrazo!
Bienvenidas las leyendas que iluminan ese espacio en el que los razonamientos son difusos. Ahora entiendo la dificultad de ver un mirlo blanco ;-)
ResponderEliminarLa nieve, el dúo de mirlos en tu seto, tu jardín e incluso las sardinitas me saben a dulce porque todo lo impregnas de ese sabor, dulce Chusa ;-)
Un abrazo enorme!
Gracias, Rita por acercarte a mi lareira con tu amable comentario. Un abrazo grande :)
EliminarMi querida Chusa, me encanta la receta, soy una enamorada de las sardinas y así con esa presentación, así que salgo al mercado a comprarlas, aunque hoy hace un dia de frío impresionante, por eso me he venido a tu lareira y no me equivocaba, me voy con las pilas cargadas. un abrazo muy grande.
ResponderEliminarMe da mucha alegrìa verte por aquì Princesa. El otro dìa quise entrar en tu espacio y no me lo permitìa Blogger. Luego lo vuelvo a intentar.
EliminarEspero que estéis muy bien. Un abrazo grande grandeeee:)
esta receta te la copio para mi madre, que las sardinas es el pescado sumum para ella....
ResponderEliminaraquí, también hace muchísimo frío, tanto que mi humor está de perros....
un besazo guapísima!
hoy por estas tierras hace un dìa de lobos, viento huracanado con lluvia y nevisca
Eliminarpero a mal tiempo, buena cara Juana
Besazo querida!
Tus mezclas de fotos con comida..Un placer para el sabor del arte
ResponderEliminarMe alegro que asì lo pienses Recomenzar. Beso!
EliminarLa naturaleza necesita descanso, aunque parece inactiva, se está preparando para mostrarse en todo su esplendor dentro de poco.
ResponderEliminarNo es santo de mi devoción la sardina pero tiene un aspecto delicioso, así que seguro que me animaría a comerlas (hacerlas es otro cantar ;)
Abrazos!!
Se està preparando y los dìas ya empiezan a verse màs largos, menos mal...
EliminarHe venido por primera vez a su blog. Me gusta, tanto en su diseño como en lo que escribes. Me apunté como seguidor suyo y la invito a que venga a mi blog, se apunte de seguidora para quedar enlazados y seguirnos comunicando.
ResponderEliminarBienvenido William
Eliminarque rico
ResponderEliminarmi piace.
CHE
Mi piace che ti piaccia, Che
EliminarMi peciosa amiga, que bonito lo que nos cuentas de ese mirlo tinado, y que rica receta nos traes yo nunca he comido asi las sardinitas pero te aseguro que las voy hacer tal cual nos has dicho, ya veo que tu precioso jardin esta cubierto por la escarcha y el frio, pero ya vendra el buen tiempo y ese precioso arbpl volvera a brillar. Mil gracias por tu comentario en la retirada del concurso no me merecia la pena luchar ante ese fraude, y estoy orgullosa de ser yo la que me he retirado. Un abrazo enorme de tu amiga que te quiere de verdad
ResponderEliminarTienes razòn, Marìa. Un abrazo grande para ti :)
EliminarHola meniña! Esta receita con unhas sardiñiñas da rias galegas ten que ser unha pasada, cando estean en comida xa cho contarei.
ResponderEliminarLa imagen de tu jardín es muy común estos días por aquí... y peor también hace un frío inusual.
Como siempre, me encantó la historia de los mirlos, es muy maternal.
Un biquiño, buen febrero y feliz carnaval
Serà que soy muy maternal también yo. Gracias amiga Milia (me gusta que me escribas en gallego para que no se me olvide)
Eliminarbiquiños moitos. Feliz carnaval y febrero :)
Preciosa la leyenda de la mirla blanca, querida Chusa, y precioso tu jardín, incluso con la gelidez que nos arropa en estos días, mas pronto eclosionara todo en alardes de aromas y colores. Te va el sitio donde vives, me imaginaba nalgo así, amiga.
ResponderEliminarLas sardinas, de rechupete, por supuesto que las haré así algún día. Gracias por tus deliciosas entradas. Felicidades y besos. María.
Qué amable eres Marìa, tus palabras me animan. Muchos besos!
EliminarQué bien se come por aquí, a mi me chifñan las sardinas, aunque a la brasa y si puede ser recién pescadas, pero esta receta tiene una pinta muy rica, a ver si me animo y la pruebo.
ResponderEliminarChusa me ha encantado llegar hasta aquí y conocer tu lareira, tu jardín y esas historias de mirlos tan tiernas.
A ver si por fin nieva en Madrid ciudad, que está nevando a nivel de mar y aquí sólo han caido cuatro copos, aunque frío tenemos de sobra.
Muchos besos, Chusa, y gracias por dejar tu huella en mi blog de fotos.
Un placer conocerte Tesa. Un abrazo!
EliminarChusa:
ResponderEliminarMe gusta esa bella historia de la mirla y espero que, entonces, tu jardín se llene pronto de gorjeos para despertar la vida y besar la primavera.
¡La receta estupenda!
Gracias Gustavo, bonitas palabras. Un saludo!
Eliminarツ
ResponderEliminarSe eu disser que a única sardinha que conheço é a que vem enlatada você acreditaria? Sempre leio receitas maravilhosas com sardinhas frescas mas moro muito longe do mar... elas não chega aqui.
O peixe que temos é de água doce e o mais acessível é a tilápia, mas mesmo assim, o preço é alto.
Bom domingo! Bom semana, amiga!
Beijinhos.
⋰˚هჱ
jajaja, Inesita, no me lo puedo creer, solo enlatadas... Por aquì las sardinas en diferentes formas son reinas de la gastronomìa local
EliminarUn abrazo, beijinhos, boa semana !
Linda historia, las imágenes y la receta genial..y tu casa preciosa. Besos
ResponderEliminarQUE BUENAS LAS SARDINAS!!!
ResponderEliminarY FRIO TODO LO TENEMOS ACA!!!
SALUDITOS