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Dulce de manzana y grosellas |
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mi plantita, mami, crece bien :) |
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jardincito solitario de mi barrio |
El mes de
noviembre está resultando más cálido de la norma por estos parajes venecianos, y no solo....
A veces, de repente, las nubes descargan ingentes
cantidades de agua. como el reciente ciclón Cleopatra que
ha causado enormes inundaciones en zonas de la Italia Meridional y
especialmente en la isla de Cerdeña. Sin embargo, parte de la devastaciòn se debe a la mano del hombre. La cementificaciòn salvaje y las construcciones abusivas en lechos de arroyos secos tienen bastante peso en estos desastres ambientales.
Pero después de la lluvia .los rayos de sol dejan ver los hermosos colores del otoño y disipan las monótonas nieblas tan frecuentes por esta época en Venecia y es un verdadero placer pasear cerca de los jardines o por los bosques cercanos para recoger castañas y frutos silvestres como grosellas o moras
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grosellero fuente |
Ingredientes:
Harina 300 gr.
Azúcar 180 gr.
Mantequilla 95
gr.(reblandecida a temp. ambiente) + 5 gr. para engrasar el molde
Huevos 3
Leche 100 gr
Corteza rallada
de medio limón natural, y un poco de ralladura de jengibre (opcional)
Levadura 10 gr.
Manzanas 200 gr.
Grosellas rojas
150 gr ( si no tenemos los frutos frescos podemos usar la mermelada de
grosellas de Ikea).
Azúcar glas combinado con un poco de coco rallado para decorar el pastel
Lavamos las
grosellas y las cocinamos unos minutos en un cazo con algo de azùcar y unas
gotas de limón hasta que se conviertan en una confitura. Es óptima la receta de
mermelada de moras de la mítica KAKO que se encuentra AQUI. En este caso yo usé
el fuego en vez del horno.
Lavamos, pelamos
y cortamos las manzanas en gajos muy finos.
En un bol batimos
los huevos con el azúcar y la mantequilla reblandecida. Añadimos la harina
mezclada a la levadura, la leche y la ralladura de limón y jengibre. Amalgamos
bien.
Vertemos la masa
en un molde redondo. Colocamos los finos gajitos de manzana alternando aquí y allá
con las grosellas decorando a placer. Introducimos en el horno precalentado a
180° y dejamos cocer casi una hora.
Servimos fría la tarta espolvoreando la superficie con azúcar glas y
raspadura de coco si te encanta como a la que escribe aquí.
Es un pastelito que enamora por su sabor delicado y a la vez agreste. Facilìsimo de preparar, espero que os guste tanto como a mì y a mis comensales. Basta comer un trocito pequeño para estar siempre en forma...
Y ahora me despido oyendo la lluvia caer y deseando a todos los que se acerquen a esta lareira un feliz y dulce noviembre disfrutando de las pequeñas cosas que nos regala la vida.
Hasta pronto!
Chusa