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puesto de calabazas de diferentes variedades |
Es el momento luminoso de las calabazas. Aquí, en los mercados de todo el Véneto, las hay redondas, ovaladas, aviolinadas, y aunque su interior es comunmente anaranjado, la corteza puede variar desde distintas tonalidades de verdes hasta anaranjados pálidos y ocres. También la textura de su piel cambia pero casi siempre es rugosa y a veces áspera. Las más apropiadas para esta receta que propongo son las variedades más dulces como la hermosa calabaza verde que he utilizado.
La calabaza es una especie de pan para el campesino pues es fácil de cultivar y admite múltiples usos en la gastronomía y además es saciante. Sin embargo, en el Renacimiento, esta hortaliza era considerada digna de los banquetes reales.
En el Véneto, en Mantua o en Ferrara, se crean suculentos manjares a base de calabaza, dulces y salados, y también la calabaza es apropiada para construir los más variados contenedores e instrumentos musicales.
La calabaza es además alegoría de la fertilidad y también es mágica en varias culturas, de ahí que sea también símbolo de Halloween. De la fiesta de Halloween no me gustan los disfraces ni el consumismo que la circunda, sólo las calabazas decoradas y los fantasmitas, además de las velas que despiden esa luz tan cálida que recuerda los tiempos antiguos.
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Quién no recuerda la deliciosa película de Walt Disney Cenicienta en la que por un mágico hechizo una simple calabaza se transformó en una lujosa carroza..... |
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Arroz cremoso con calabaza y nueces
Ingredientes para cuatro personas:
400 gr. de calabaza dulce
un tazón de arroz ( 250 gr.)
medio litro de leche o más
un puñado de nueces troceadas
aromas (nuez moscada, comino en polvo, pimienta) en pequeñas cantidades
una cucharada rasa de sal
un poco de queso tipo Montasio o Parmesano rallado al momento de servir
una cucharada de mantequilla (opcional)
Hervimos la calabaza en un tazón de agua ligeramente salada. Cuando esté blanda la sacamos a un plato para poderle extraer la corteza y las pepitas junto a sus hebras. Machacamos con un tenedor la pulpa para que quede fina y homogénea como un puré.
Ponemos a hervir junto al agua de cocción sobrante, la leche con los aromas. Cuando rompe el hervor vertemos el arroz y la sal. Revolvemos y cocemos a fuego lento. A los diez minutos añadimos el puré de calabaza y las nueces troceadas. Mezclamos bien y dejamos otros diez minutos o hasta que el arroz haya quedado cocido pero cremoso. Si absorbe demasiado líquido agregamos más leche o agua. Por último añadimos una nuez de mantequilla y un poquito de queso con sabor intenso pero delicado como el Montasio para dar mayor cremosidad al plato. Y para decorar dejamos algunas virutas de nueces para que den el toque crujiente al arrocito. Está muy sabroso, simple y delicado...
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la calabaza redonda está hirviendo, ayyy qué calor! que me derrito... |
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la pulpa de la calabaza tan naranjita ella y dulce |
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de la calabaza no se desperdicia nada |
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con la corteza he dibujado un corazoncito ... |
Buen apetito y que disfrutéis de estos últimos días de octubre del mejor modo.